lunes, 27 de julio de 2009

Ser tolerante puede solucionar problemas del corazón

Hace unos días estaba en un supermercado dispuesta a pagar un paquete de gomitas trululù de ositos (no pueden faltar en mi alimentación diaria) cuándo a mi lado se para un hombrecillo ( literal) con cara de malgeniado y me pregunta: ¨se puede?¨ y yo me quedé mirándolo con cara de desconcierto – no entendía- a lo cual el señor me pregunta de nuevo cómo con ese tonito entre retador e impaciente: Qué si se puede..¨ y yo con mi tonito (también tengo tonito) entre retador y displicente(lo siento) lo miro y le digo: Señor, cómo ha visto estoy COMPRANDO algo y a penas voy a pagar..¨ y le doy la espalda… saco la plata de mi monedero l e n t a -e intencionalmente claro- y para rematar la impaciencia del hombre, la cajera era algo lenta asi que tuvo que esperar unos buenos minutos para poder pagar lo suyo.

En realidad son muchas las historias que nos pasan a diario, con personas impacientes, groseras, mal educadas (sonó a mamá) en fin.. y no es que quiera hacer de este post un escrito negativo sobre el ser humano, todo lo contrario, mi historia vá dirigida a preguntarme porqué a veces criticamos a estas personas, y al estar enfrentadas a ellas en determinadas situaciones actuamos igual o peor.
Siii.. mi reacción no fue la mejor, entre otras cosas porque no era mi mejor día y además la forma en que me habló me sacó la piedra.. que tal!! .. Existe la posibilidad que si me hubiera cogido en un día bonito me hubiera reído de su impaciencia y lo hubiera dejado pagar a el primero, después de todo, yo no tenía afán y tal vez él si; pero el punto es, que independientemente de la ¨clase¨ de día que tengamos una sonrisa amable no cuesta nada, finalmente la gente no tiene nada que ver con nuestros días ¨hormonales¨ ni con nuestras horas volubles.

Bendita tolerancia, que a veces nos falta, pero nos haría la vida más fácil, nos evita malos ratos y al contrario nos concede grandes satisfacciones; fui totalmente intolerante con este ogro humano (existen!) e igualé en su actitud, la misma que me molestó desde el comienzo, pero

La idea de ante una bofetada poner la otra mejilla, no es tan descabellada (si no la tomamos literalmente) cuando se trata de llevar a un mejor fin una situación incomoda y molesta, y no solo porque formar un problema teniendo como base otro no da buenos resultados, si no también porque no vale la pena pasar un mal rato por culpa de otra persona ni mucho menos por culpa de uno mismo; no se trata de ser el bobo de la casa, del trabajo, del grupo de amigos y dejársela ¨montar¨ calladamente porque se debe ser ¨tolerante¨ se trata es de manejar esas situaciones con respeto y de forma inteligente, haciendo uso de la sutileza y si es el caso dando un paso a un lado para dejar pasar a los tantos hombrecillos-ogros-mala clase que hay por ahí regados, y simplemente ignorar esos detallitos molestos, todo para no dañarse el día, para estar tranquilo, que pereza el mal genio, que bobada dejarse amedrentar por una persona extraña; no hay nada mejor, que mejorar ( valga la redundancia) la vida con cositas simples, ser tolerante es bueno para salud!!!!

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