lunes, 1 de noviembre de 2010


"No somos disparados a la existencia como una bala de fusil cuya trayectoria está absolutamente determinada. Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter."
José Ortega y Gasset

domingo, 31 de octubre de 2010

Escéptica

Lo que supera mis sentimientos es tener la leve valentía de confesarlos,
soy la de las palabras escritas y los chocolates dejados al libre albedrío..
solo para ver si su destinatario los recibe con una sonrisa mientras se le hace agua la boca.

Cuán enojado estará el destino cuando decido retarlo
la demostración de la inexistencia de imposibles se me antoja tentador,
me declaro escéptica del escepticismo para sentirme un poco más filosófica
en estos días de ocio nostálgico.

Sin embargo, como hija prodiga
regreso al destino con mi corazón guardado en el bolsillo
y con un sobre llenito de pensamientos
para dejar a su decisión algún desenlace pendiente
o la inacción del suceder..

Lo que supera mis sentimientos es tener la leve valentía de confesarlos,
el interrogante del mañana me deja un vacío en el estomago...
y hoy prefiero dejarle al destino mi después incognito
o la inacción del suceder.

viernes, 29 de octubre de 2010

Eso dicen...

Dicen las malas lenguas que los niños malos no van al cielo;
que el horóscopo es mentira, que las estrellas cuándo las ves ya no existen.
Que los payasos dan miedo, que no salgas sin sombrilla y que vayas despacio.

Dicen las malas lenguas que los lobos son fieros y atacan en el bosque;
que no pierdas el tiempo, que no digas muchas cosas, que hay que curarse en salud.
Que no hables con extraños, no te extrañes de nada, ni preguntes por qué.

Dicen las malas lenguas que hay que saber esperar;
que para no perder es mejor no jugar, que demostrar sentimientos es una debilidad,
que es mejor ser prudente y no dar el primer paso.

Dicen las malas lenguas que la verdad da miedo, que el futuro es incierto;
que no salgas si llueve; que no mires de frente directo al corazón.
Que hay que guardar las formas, ocultar sentimientos,
que no te vean llorar.

Dicen las malas lenguas que guardes bien la ropa cuando vayas a nadar;
que pensar es de locos; que ya quedan muy pocos que sean de fiar.
Que marques las distancias, que actúes fríamente y que no sueñes tanto.

Dicen las malas lenguas que creer es de ilusos, que el alma no existe y que la consciencia no traiciona.

Mis oídos son sordos a las malas lenguas.

sábado, 23 de octubre de 2010

Bienvenida Candelita*

Llevo meses sin publicar.
Hubo infinidad de historias y letras, que tal vez ya han sido absorbidas (algunas) por el olvido y otras están en el limbo de los recuerdos.
Sigo siendo la mujer que contiene el amor en su boca, lo oculta bajo su almohada, lo siente en su cuerpo, lo guarda en sus ojos y lo dibuja con sus dedos.


Vuelvo al ruedo, porque las palabras me brotan y no puedo abusar de la infinitud de mi alma, me doy la bienvenida.

domingo, 21 de marzo de 2010

Vacío

Sin disgusto y sin gusto, sin palabras ni señales, la mirada fija; las ideas enredadas y los pensamientos sin identidad; los suspiros sin destino, la piel húmeda, los labios rojos y cerrados ; el deseo latente, el destino perdido, el corazón exhausto y el presente suspendido.

A des.tiempo, sin horario, a medio camino; la manzana con un solo mordisco, las palabras sin nombre, los nombres sin dueño, el arco iris derritiéndose, la luna perdida en el día y ella seguía sentada sobre el aire intentando entender en qué mundo estaba: incoherentemente real.

domingo, 7 de marzo de 2010

"Que no sabemos lo que nos pasa: eso es lo que nos pasa"

Faltaba un detalle, un pequeño detalle para que nuestra historia encajara. No puedo saber su tamaño o color, a penas, puedo imaginar su sabor; un dulce comienzo con un ácido acentuado en el transcurso para terminar con un sabor irreconocible

Lo he buscado por aquellos lugares donde existen aún pedacitos de vos; debajo de mis sabanas, en la estela del último beso qué me diste, lo he buscado en nuestro bar y en las calles que caminamos juntos; en el fondo de una botella de ron y en la última nota de una canción; recorrí cada parte de mi cuerpo acariciado por tus dedos y tu boca… Mi búsqueda ha sido infructuosa, no existe ni siquiera un rastro que me permita llegar a él.
Sé qué lo has buscado también… en las palabras que te he regalado, en nuestra historia y en bocas femeninas diferentes a las mía, pude saber de tu decepción cuándo me dijiste que no habías encontrado nada, entonces callé porqué ya lo sabía… concluimos qué no estaba fuera, si no que estaba escondido entre las demás fichas y por esa razón no podíamos distinguirlo o bien, diseminado en nuestra historia rota - lo que dificultaba encontrarlo- pues era claro que no conservábamos ya algunos fragmentos; armar un rompecabezas cuyas fichas estaban incompletas era difícil, siendo optimistas se podría al menos distinguir la imagen que formaría; en nuestro caso la forma se hallaba incrustada en el detalle ausente, que podría unir todo y darle vida a lo que agonizaba.

Te tengo al frente y miro tus ojos, tu boca; saboreo tus palabras y tu aroma; es una especie de ¨stand by¨ en donde la magia regresa por unos instantes, una magia prestada por la luna y la noche para que podamos disfrutarnos en los capítulos que nos quedan.

...Sí, también siento que ese detalle tal vez ya no exista, lo dejamos en medio de vueltas sin sentido, sobre días en blanco y noches frías
… Lo acepto, acepto dejarnos ir, acepto mi soledad, mi copa viuda, mi boca sin tus besos y mis palabras sin destino; y no me mires así por favor, guárdate los fragmentos que conservas y únelos con los que lograste conseguir en tu búsqueda, yo… guardaré en el último rincón de mi casa los míos en una caja de viejos recuerdos con candado; no quiero perderlos, no quiero que se me escampen pero tampoco deseo tenerlos presentes.

...Acércate y bésame igual que antes, cuándo la claridad era única, dejá marcada tu boquita en mi cuello por unas semanas más para que vaya desapareciendo a medida que voy dejando de extrañarte

Es tarde, antes de irte esperá guardo tu aroma en este frasquito para sacarlo en mis noches de pesadillas eternas y sentir que te tengo conmigo… dejemos los abrazos de despedidas a un lado. Es el tiempo justo, vete antes que me arrepienta y te coma a besos..

Tras cerrar la puerta, pude entender… Faltaba un detalle, un pequeño detalle para que nuestra historia encajara… un final: un adiós y una puerta cerrada.

lunes, 15 de febrero de 2010

Sin.Titulo*

Un olor enrarecido invadía su habitación; los niños se habían ido hacía dos días con Perengana a casa de la abuela y en el apartamento había un silencio casi sepulcral; se despertó con un fuerte dolor de cabeza y una presión en el corazón que le dolía y lo dejaba, por momentos, sin respiración.
A su alrededor todo estaba perfectamente impecable y en su lugar; sin embargo, observó su mesa de noche para confirmar que estuviera cómo la había dejado la noche anterior: un libro ocupaba la esquina izquierda y sobre el estaban aquellas gafas para leer de carey que ella le había comprado años atrás cuándo todavía el amor habitaba en su corazón; a lado derecho estaba el reloj cuyo tic.tac sonaba incesante y acusador cómo el martillazo que un juez, en pleno juicio, realiza para dar por terminado este después de anunciar una culpabilidad.

La cama tendida, mostraba arrugas que dibujaban el cuerpo de aquel hombre que tras despertarse adolorido del alma entendió que era hora de partir. Entró al baño de los niños y pulso hacía abajo la tapa de el jabón del Pato Donald; un jabón liquido, aguado y poco espumoso salió del tarro, se juagó entonces las manos y volvió a su habitación; abrió el primer cajón de ¨su mesa de noche¨ y sacó el jabón antibacterial, estaba casi medio, pero en un desespero abrupto por quedar con sus manos y brazos limpios, lo gastó todo. Se sentía sucio, invadido por una especie de virus con nombre y color.
El olor rojo a hierro era cada vez más fuerte; no pudo evitar mirar hacía su baño mientras salía de la habitación y se dijo: ¨Adiós mujer, te dejo sola para siempre; ya no me interesas màs… no habrán mas ruegos para que me beses, quedate con tu frialdad…¨y acto seguido salió del apartamento.

Al estar en el primer piso se acercó al portero y sacando unos cuántos billetes los puso en la barra de la portería y dijo: ¨Hernán, sospecho que algo malo le ha sucedido a mi esposa; desde anoche entró al baño con el fin de relajarse un poco en la tina; y al despertar esta mañana no la vi en mi cama; no me atreví a entrar porque a ella no le gusta ya que la mire desnuda y un olor nauseabundo invade el apartamento; necesito de usted varios favores..¨

Hernán lo miró asombrado, sintió un vacío y su mente se puso en blanco; los porteros suelen saber más de los inquilinos que ellos mismos, conocen sus secretos más escondidos y los acontecimientos más secretos; deducen situaciones y sacan sus propias conclusiones, podrían escribir libros enteros de historias ajenas; son los detectives perfectos… así que supo lo que pudo haber pasado…- ¨Los Señores XY llevaban 8 años viviendo en ese edificio; cuándo llegaron tenían un niño de 2 y al año de su estadía nació el segundo; parecía ser una pareja feliz y trabajaban arduamente para mantener ¨su status¨ y dar a sus hijos la mejor vida posible; cómo era de esperarse, la Señora Y era una madre ausente que se preocupaba màs por su trabajo, su cuerpo, sus arrugas y los cocteles, que por sus hijos; así que contrataron a Perengana como niñera y desde entonces ella se convirtió en la imagen materna de los niños. El Señor X un gran ejecutivo, siempre un fue bonachón de tan solo buenas intenciones, un hombre perdidamente enamorado de su esposa y afanado por complacerla en cuánto pudiera para sólo verla sonreír o recibir de ella, al menos, un beso ¨esquiniado¨ como recompensa al esfuerzo laboral y monetario al que se sometía el Sr. Para darle grandes regalos y llevarle sus caprichos. Era obvio que ella no lo amaba ya, si es que alguna vez lo hizo, y que no tenían una vida sexual por lo que se pudo enterar Hernán. El esposo viajaba constantemente y sus hijos pasaban grandes temporadas donde su abuela junto con Perengana. La señora entonces ¨muy acongojada¨ por la ausencia de su esposo e hijos, buscaba la grata compañía de un Señor que llegaba siempre en un mazda 6 negro con vidrios polarizados y lo estacionaba ( por orden de la Señora) en el parqueadero de su esposo. ¨Bueno, al menos siempre es el mismo¨ pensaba Hernan, ¨a alguien le era fiel la Señora¨: a su amante.-
Reconstruyendo esta historia en su cabeza casi hueca, el portero no pudo más que disimular su temor y al coger el dinero asintió con la cabeza al Señor indicándole que haría lo que él le pidiese.

Entonces el Señor X comenzó: ¨Le entrego mi BB, úselo para hacer las llamadas pertinentes y luego quédeselo, lo pasé a su nombre asì que es suyo; por el pago mensual del paquete no se preocupe.. pagué un año por adelantado; llame en primer lugar a Perengana, dígale que debe quedarse unos días más con los niños donde mi madre, ella tiene una cuenta a su nombre y yo he consignado lo suficiente para que compre lo que necesite por unos días más y no tengo que pedirle a ¨la abuela¨ ; llame a mi abogado y dígale que en el cajón ¨que sabemos¨ está el sobre de manila que acordamos, lo puede abrir en 2 días.
Llame a un contacto que aparece con la letra A, de amante, dígale que le dejo libre para que haga con mi esposa lo qué bien le parezca; aunque creo que, ya hizo con ella lo que quiso y lo que no… la tuvo tanto tiempo y de tantas formas, que pudo haber agotado el kamasutra o bien pudiera escribir un libro al respecto; mi esposa lo espera plácidamente en la bañera, desnuda y con una botella de vino tinto.
Por último llame a la policía, aquí están las llaves para que puedan abrir la puerta de mi apartamento sin problema; explíqueles que hubo algunas complicaciones anoche y que tal vez mi esposa necesita alguna ayuda.

Yo me voy… me voy para no volver jamás; trabajo en un edificio de 16 pisos, desde joven siempre deseè tener una gran oficina en los altos de un edificio con prestigio; el de mi empresa, tiene un plano en la parte superior desde donde se ve la ciudad… siempre quise volar, intenté varias veces tirarme de parapente o desde un helicóptero con paracaídas pero mi esposa siempre me decía que no iba a ser capaz y así fue, ella siempre me creyó un incompetente para realizar mis sueños y ¨un gran hombre¨ para llevarle sus caprichos.
Pues bien Hernán, ahora que ella no está podré realizar mi mayor sueño: volar… Volar sin miedo ni preocupaciones, sentirme libre hasta el último momento en el que esté consciente; por fin seré yo mismo!… hasta luego Hernán, el cielo me anhela y el miedo se escurre en mi piel; haga lo que le digo por favor… el infierno con mi esposa en la puerta me esperan, si no pudimos estar juntos en la tierra lo estaremos allá, donde se suponen que van los que pecan o hacen mal…¨

Después de esto, el Señor X, salió sonriente, paró un taxi, se montó y se alejó del edificio..