martes, 4 de agosto de 2009

Perder es tambien ganar un poco..

Esta mañana me robaron el celular ( y vá de nuevo) la última vez que lo vi fue antes de salir de mi casa cuando miré la hora y lo guardé en mi mochila; al llegar a clase lo busqué para ponerlo en silencio.. y ya no estaba!!! he de suponer que ¨alguien¨en medio del hacinado bus -cuando le toca a uno tratar de sostenerse con lo que pueda, tubo del techo, espaldar de la silla, pelo del (la) señor(a) que está en la silla(sin querer) o pararse de tal manera que pueda conservar mas o menos el ¨equilibrio¨ ( se vuelve un equilibrista profesional)- metió su manito en el bolso EQUIVOCADO y como quien no quiere cosa –o queriéndola mucho- sacó mi celular cuasi-nuevo y se lo llevó..

No se si tengo desconsuelo, ira o desconcierto .. o las tres, porque no es la primera vez que tengo este tipo de pérdidas, algunas veces por mi pequeño problema de atención y otras (cómo esta) porque la gente roba y eso se me sale de las manos; pero debido a mis antedecentes[1] cualquier pérdida finalmente concluye en: ¨Tatiana.. lo botaste .. y no estoy de acuerdo con esa frase, porque ¨botarlo¨ me suena a que intencionalmente lo hubiera dejado por ahí, o echado a la basura, pero no fue así; otra cosa muy diferente es que lo perdí, lo tenía pero por diferentes razones se perdió.. lo dejé de tener en mi poder. ( jí )

Remontadome a mis antepasados mas cercanos : mi mamá y mi abuelo; creo que ese problema de atención al que me refiero es heredado, se trata de un pequeño elevamiento temporal que viene a asentarse en el cerebro a veces y que hace que te desconcentres por completo en una cosa para concentrarte en otra ( así que la primera se pierde desaparece para ti); que te pongas a pensar tanto en algo que olvidas lo otro; o el ¨autismo¨ que bueno.. a veces me deja suspendida en el tiempo mientras en mi mente pasan mil imágenes, ideas, recuerdos.. en fin; hace poco mi mamá me dijo que tal vez no me había enseñado a sobrevivir con este detalle genético ( no es un defecto) y que entonces me diría cómo hacerlo, así como mi abuelo lo había hecho con ella: debía comprar un cuaderno-agenda y apuntar en él las actividades diarias que debía realizar, las tareas por hacer y debo reconocer que ha sido muy útil.
Paralelamente, y a pesar de los vagos recuerdos sobre mi niñez, recuerdo haber extraviado una que otra cosa; una vez cambié mi cadenita de oro ( la tipica que le dan a uno cuando pequeño con dijes pequeñitos de la virgen y el ¨niño Dios¨) por un paleta… ahh yo quería la paleta!; otra vez mi mamá me había regalado un reloj, y lo dejé en el baño del cole; también me pasaba que en el salón de clase miraba hacia fuera por la ventana y me quedaba mirando hacia el infinito pensando en un montón de cosas que obviamente no tenían nada que ver con la clase.

Tuve una época entre los 15 y 21 de calculo intensivo del tiempo y de lo que tenia que hacer, recuerdo que hacia programación casi diaria de lo que tenia que estudiar, me ponía metas semanales; fue muy útil pero me atormentaba muchísimo el no poder cumplirlas como estaban programadas, así que decidí ser un poco más laxa y sin dejar de ser disciplinada darme mi tiempo, concederme espacios.

Ahora tengo 25 años y sigo perdiendo cosas como cuando tenia 10, ya no me elevo en el salón de clase pero si en cualquier lugar cuándo mis pensamientos están inquietos y necesitan movimiento, razones, respuestas; no me programo diariamente de forma cuadriculada, pero si trato de tener una idea de lo que debo hacer y como repartir mi tiempo…
Perder cosas materiales duele, por un lado porque ¨todo cuesta¨, duele cuándo es uno quien se lo compra porque sabe mas que nadie, que luchó para hacerlo, que trabajó de más, que ahorró y se privó de algunas cosas, que estuvo feliz cuando lo compró con su platica.. Duele cuando te lo regalan y cuando sabes que quien te lo regaló lo hizo con mucho amor, que tal vez dejó de comprarse algo él, para darte a ti eso que querías; pero en realidad, me duele mas por el significado sentimental de lo que pierdo que por el económico, porque a pesar de muchas perdidas he recuperado de alguna manera todo, lo he vuelto a tener, llega a mi manos siempre.. (obviamente no el mismo)

En fin, el hecho es que es posible que en 30 años siga extraviando mis cosas cómo ahora, pero a veces pienso ( y no quiero pensar que es consuelo de ¨bobos¨ o el llamado ¨pajazo mental¨) que estoy viva, tengo salud, conservo a mi familia y a mis amigos y que lo material se recupera; una amistad, una vida… no, pierdo mi celular… me pongo triste y al tiempo siento como hay personas lindas en mi vida con las que puedo contar; perdí mi celular pero tengo gente que quiero y que me quiere!!!! y eso es incalculable.



[1] - I pod nano
- Tres celulares
- P.
- Se dañó un celular, el adaptador de mi portátil viejo, la rueda de mi nuevo i pod que ya no-rueda

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